domingo, 26 de febrero de 2012

We need to talk about everything.





Hace un par de semanas aproximadamente se estrenó (oficialmente) en México We Need To Talk About Kevin, de la muy joven Lynne Ramsay. Y gracias a la revista TopCinema pude asistir a la premiere en Guadalajara, y estas son/fueron mis impresiones.


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We Need To Talk About Kevin, es la adaptación de la novela homónima de Lionel Shriver, publicada en el 2003. La historia gira en torno a Eva (Tilda Swinton) y a la nada convencional relación que tiene con su hijo adolescente, y criminal, Kevin (Ezra Miller). Eva, alguna vez exitosa, espontánea y trotamundos, debe ceder a sus ambiciones y caprichos para dedicar su vida al hogar y al cuidado de su hijo, que desde sus primeros días de nacido parece hermano de Damien (Aquél niño demoníaco de The Omen. ¿Era necesario este paréntesis?), y que a lo largo del film vemos como va aumentando su "maldad" hacia su madre para terminar canalizándola hacia la sociedad.


La trama se desarrolla mediante saltos temporales, observando la infancia de Kevin y a su vez la situación actual de Eva después de los actos violentos realizados por su hijo, mientras éste se encuentra en un reclusorio esperando su sentencia. Y estas dos situaciones temporales son yuxtapuestas por Ramsay para decirnos que sabe cómo manejar a una cámara y hacer sangrar cada cuadro. Aunque llega a un punto donde tanto cambio aturde y no en pro de la película. Abunda el desencuadre, que logra empapar al espectador de esa sensación de confusión y desconcierto.


El espectacular inicio que muestra a la Eva joven, en una especie de trance-ritual casi orgásmico entre los mares rojos de La Tomatina, ilustra perfectamente el tono del resto del filme y el futuro de la protagonista. 



La participación del padre (John C. Reilly) ante en la evidente tensión entre los miembros de su familia, es serena y terroríficamente indeferente. Postura que aumenta, tanto la frustración de la madre como la libertad de 'malobrar' de Kevin. 


Tilda Swinton se vuelve a lucir como actriz, sacando adelante We Need To Talk About Kevin y robando las miradas con su participación. De igual manera, Ezra Miller, con su mirada de perversión hace de Kevin un adolescente distante pero muy calculador y frío, que se muerde las uñas cada vez que tiene la oportunidad de sacarse los pedazos de la boca y mostrárselos a la cámara (Yo me muerdo los uñas pero esa escena es extremadamente grotesca).


Si bien todo apunta a que es un excelente thriller, se perciben huecos en la trama. ¿Cuál es la causa de la actitud de Kevin? Aparentemente no hay una razón lo suficientemente fuerte o al menos nunca se expuesta en el cuadro. Tal vez si se hubiesen evitados unos cuantos recursos y cambios temporales y se hubiese dado más tiempo a crear un perfil psicológico más profundo de Kevin, la película en su totalidad resultaría más entrañable y completa; y el espectador no terminaría odiando al personaje injustificadamente ni sintiendo lástima por su madre.





Otra cosa que me preguntó es cómo la Academia pudo ignorar a Tilda Swinton para la categoría de Mejor Actriz, que no sólo está fabulosa sino que sostiene gran parte de la película.
Aprovechando e comentario, hoy es la entrega número 84 de los premios Oscar y yo ya tengo mis favoritos.... Brevemente:


Mejor Película
Ganará: The ArtistMichel Hazanavicius.
Debería Ganar: The Tree of Life, Terrence Malick.


Mejor Actriz
Ganará: Viola Davis, seguida de cerca de Meryl Streep.
Debería Ganar: Michelle Williams, My week with Marilyn.
(Otra gran ignorada fue Kirsten Dunst, Melancholia)


Mejor Actor
Jean Dujardin, The Artist.


Mejor Actor en papel secundario
Christopher Plummer, Begginers.


Mejor Fotografía
Ganará: Robert Richardsson, Hugo.
Debería ganar: Emmanuel Lubezki, The Tree of Life.




Esta noche se verá que tan atinadas resultan las predicciones, por el momento a esperar y ver la alfombra roja.



lunes, 30 de enero de 2012

Born to Die.



Explicar quien es Lana del Rey a estas alturas es casi como anunciar la muerte de Michael Jackson. Video games, probablemente haya sido la mejor canción del año. Y a pesar de haberse filtrado con anterioridad, hoy 30 de enero, sale a la venta Born to Die su esperadísimo "debut". Medios, fans, bloggers y haters se preguntaban si el material de Lizzie Grant aka Lana superaría las muy altas expectativas o sería devorado por el hype. 

El disco abre con el primer sencillo que da nombre al álbum y que se estrenó hace ya un mes. Una base hip-hop lenta acompañada de música orquestal y la voz aterciopelada de Lana. Un video regio donde tigres, un trono, un castillo y sangre, nos presentan a la cantante como una Britney Spears fatalista que hace pucheros, medio junkie, amante del hip-hop y obsesionada con el glamour del viejo Hollywood y los finales trágicos. Y este mismo patrón lo encontramos a lo largo de todo el disco, que a primera escucha puede resultar repetitivo. 
Continúa Off to the races uno de los puntos "felices" en plan de soy-lo-peor-así-que-gracias-por-quererme. Después, las ya conocidas Blue jeans y Video games. Curioso es el orden del tracklist al colocar juntos los sencillos anteriores.

Escuchar Diet Mtn Dew y National Anthem en sus versiones originales después de haber escuchado los demos hasta el hartazgo es desconcertante, suenan más depuradas y listas para lanzarse a las estaciones de radio. En la última, con mayor potencial para ser sencillo, Lizzie saca su rap background y lanza unas cuantas rimas sobre el cásico "Live fast, die young". Temas como Dark Paradise, Carmen y Lolita suenan flojas y te hacen pensar "¿No acaso ya había escuchado ésta?". Imperdonable es la ausencia de Yayo y Kill Kill.




En Radio, Lana suelta un respiro entre violines y un somnoliento trip-hop noventero para argumentar "Baby, love me cause I'm playing on the radio".  Un poco más blusera resulta Million Dollar Man que es preciosa. Continúa Summertime Sadness la cual, después de Video games, puede ser el tema más exitoso del disco. Bien puedes imaginar a esta canción en las voces de Beyoncé, Kanye West, Katy Perry pero también en alguno de sus equivalentes indies. En This is what makes us girls se escuchan ecos de Gwen Stefani (¿Alguien recuerda Luxurious?).

La combinación de diva-fatale, con niña sureña depresiva y cherry-gangster definen a Born to Die, que a pesar de contar con grandes temas resulta repetitivo y te deja esperando un momento de clímax mientras lo escuchas. Lana tiene carisma, es guapa, canta bien y además tiene atractivo tanto para el público gustoso del pop más comercial como para propuestas un poco (sólo un poco) más under. Se mueve lento pero de forma segura en el mundillo pop donde la imagen lo es todo, y eso a Lana le queda claro que no por nada sus labios son tópico de discusiones y debates. La portada del disco, simple y directa hace evidencia del tratamiento que le están dando. 

Born to die, puede resultar simplón si se para a un lado del melodrama que es 21 o del pretencioso electroclash de Lady Gaga, pero no por eso es malo, ofrece un pop suave de buena calidad. ¿Recuerdan aquel espectacular disco de 10 temas cortos del 2006 llamado Back to Black?  Así es Lana, con un poco más de drogas y de tiempo tus blowjob lips dominarán al mundo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Biophilia: Internal nebula.

1999, probablemente. La vida de un niño de 7 años en un pequeño pueblo costero no conoce la globalización. Solo el sudor, la mugre bajo el cuello y un poco de inocencia que juega seductoramente con la soledad y el calor. La televisión no dice mucho. A pesar de contar con televisión por cable (Oh, grandes avances tecnológicos llegan a revolucionar las diminutas comunidades), el pequeño aún sigue viendo películas los sábados por Canal 5. Entre comerciales cambia canales en el televisor. Y después del patinaje artístico, está ese programa tonto de decoración de interiores. Concursos por coches último modelo. Entrevistas. Presidentes que van a juicios. Coca-Cola y sus osos polares. Y después una mujer que baila sobre una rampa en movimiento, con una falda larga blanca. Peinada con varios "chonguitos". Baila. Salta. Juega. Aleatoriedad. Parpadeando. Y su voz. De su boca sale una niña esquimal. Ella carraspea. Gruñe. Canta. Invoca a las hadas. Vive. Y la música se escucha. A través del cuerpo. El cuerpo levita. Vuela entre las cuerdas vocales. Y la ciudad observa.







"Big Time Sensuality" fue mi primer encuentro con Björk hace 12 años. Y debo decir que no fue la mejor manera de iniciar una relación. Acostumbrado a Onda Vaselina, Kabah, música "dance" noventera y a la música que escuchan los papás (Durcal, Fernández, Cuevas, Manzanero...), ver y escuchar a esta criatura fue un acontecimiento importante. Representó el conocer que existen diferentes opciones y que es muy fácil rechazar aquello que se desconoce. Buen intento, Björk. Tal vez vuelvas a tener otra oportunidad para tenerme entre tus fieles adeptos.
Unos años después, bajo las mismas circunstancias, la televisión muestra a una mujer que se está quedando ciega que canta en unos juzgados, en las vías de algún tren. En una celda. En un cadalso. Es así, que gracias a la ayuda del señor Lars Von Trier (Por cierto, mi primer contacto con su obra), Björk pasa de ser "la muchacha rara que canta gracioso" a "la sacerdotisa escandinava de voz de cuarzo con cualidades mitológicas". Lo demás sobra y mucho.




Hace unas semanas se filtró "Biophillia" el último de sus proyectos y desde que aparecieron los primeros rumores no ha dejado de hacer ruido.


Björk, consciente de la inmediatez del mundo actual y de la constante revolucione tecnológica, crea un proyecto interactivo, música creada a base de instrumentos nada convencionales, un página multimedia, un show en vivo que parece una muestra científica y una serie de aplicaciones para iPads y esos otros aparatejos. Ambiciosa la muchacha.









Respecto al disco, a la música. Biophilia, está compuesto de 10 temas que se centran en la vida en su forma más elemental. Haciendo a un lado el interés antropológico y las relaciones humanas de Volta (2007), este nuevo material es un canto a la energía, a la tierra, al universo, a  la Tierra, al movimiento, a los átomos, al espacio y al tiempo. Cada tema es una constelación compuesta de pequeños astros sonoros, que en conjunto forman una red finísima y delicada pero muy resistente, como el hogar de una araña cósmica y espacial que viaja entre galaxias.


En Moon, el tema que abre, el arpa y otros instrumentos de cuerda suenan con coros que se repiten en todo el disco y en esta canción en específico, cantan sobre renacer y cambiar de fase justamente como la Luna. En Thunderbolt, un "tronido" sirve de bajo marcando la secuencia y el ritmo para terminar con unos beats que se arrastran pesados sobre la voz de Björk.


Crystalline, el primer sencillo, aparece alegre y centelleante con letras que hablan de la formación de cristales, con un final vibrante y explosivo que no pasa desapercibido. Cosmogony, épica y de grandes proporciones, inicia con un crescendo de voces acompañado de instrumentos de metal que suenan lejanos, sobre una base que aparenta ser un ligero latido. Siguen Dark Matter y Hollow, los puntos más oscuros y densos del disco. Un sonido muy ambient y poco accesible, distante y abismal. Se siente el cambio en la gravedad y Björk aparece navegando una estrella suicida con una trayectoria abrumadora. Temas que a la primera caen pesados.


Virus, llega infantil y conmovedora, tintineando entre percusiones y mares de voces. Sacrifice, es otro vertedero de cánticos donde el protagonista es el sonido metálico y muy frío que produce uno de los instrumentos freakies. Mutual core, habla de placas tectónicas y unas percusiones, como una marcha, comienzan a crecer para transformarse en un beat violento que constituye el climax antes de pasar a Solstice, que minimalista y oriental, cierra el disco.









Ya en sus generalidades, el disco es una de las propuestas más arriesgadas de Björk. Y es que supongo estar en sus zapatos no debe ser tarea fácil, después de ganar hace un año el Polar Music Prize (Considerado el Nobel de la música) el hecho de querer superarse ha de ser un objetivo diario. Caracterizada por su minuciosidad y experimentación, considero que en Biophilia, estuvo más concentrada en crear todo el proyecto que en la propia música. La apuesta se hizo a la experimentación e innovación, a las aplicaciones y a la tecnología, dando por resultado temas muy complejos que son verdaderas experiencias auditivas pero que en algunos momentos carecen de esencia. La eterna lucha de forma VS. fondo y en este caso el fondo se pierde entre divagaciones. Creo que desde Medulla (2004) aquel álbum exclusivamente vocal, Björk se ha empeñado más en crear piezas únicas de exposición que en hacer música que al menos ella misma disfrute. La veo, exigiéndose cada vez más por crear música de "lenguaje abstracto" como dice una muchachita. O tal vez su genio se superó a si mismo y ahora su música es más que lo que cualquier individuo pueda imaginar. Y con cada disco nuevo se pierda la esperanza de escuchar otro gran himno como lo fueron, y lo son, Hyperballad, Bachelorette, Army of Me, All it's full of love y muchos otros.


Perdimos a Björk y tal vez para siempre. Aunque probablemente nunca fue nuestra y siempre le perteneció a las estrellas.


martes, 25 de octubre de 2011

Moby & Iamamiwhoami.

Acaba de presentarse en el Corona Capital, su décimo disco de estudio, Destroyed, salió en mayo de este año. Y tras anunciar la re-edición de éste con dos discos de extras, colaboraciones y remixes. Y el señor Moby supo seleccionar a sus invitados. Hoy sale a la luz un remix de Iamamiwhoami del tema "After" con vocales de la señorita lame árboles.





Nice, right?
:)