viernes, 21 de enero de 2011

Ángel

"Adelante, ¡niño soviético!

Cómo venceremos la soledad,
cómo venceremos el frío,
cómo ganaremos la paz,
¿si tú no vas por el transiberiano
a fecundar las islas?"
Fragmento de Transiberiano de Pablo Neruda


Vagando entre mares de información inútil y muchísimo ruido binario, encontré una película que por su "cubierta" solo me producía una flojera tremenda .__.
Pero habiendo aprendido que nunca es bueno juzgar por la parte exterior, sea cual sea el sujeto de análisis, le di una forzada oportunidad. ¿Por qué la quería ver? Porque no tenía —tengo— mucho por hacer y decidí seleccionar una película al azar.

La cinta es "Engelen" o "The Angel" o no sé cual ridículo nombre haya recibido en Latinoamérica. Es una coproducción entre Noruega y Suecia y cuenta la historia de Lea, una mujer que puede presumir que su vida no ha sido fácil desde su infancia.
Su padre muere a causa de cáncer. Su madre vuelve con un ex novio alcohólico. Y la pequeña Lea comienza a hundirse en el abandono y a crecer apresuradamente. Tratando de compensar y de alejarse de su vida doméstica llena de violencia y sus problemas existenciales adolescentes, comienza a buscar salida en el alcohol y esas cosas inservibles.
Pasa el tiempo, Lea crece, se casa y tiene una pequeña hija. Sonja, es su nombre. Pero con todo este crecimiento armonioso, también está su contraparte. Se desarrollan las adicciones y los problemas emocionales. Lea y su pareja, son dos junkies en proceso de autodestrucción. Y aún con algo de conciencia, decide dar a su hija en adopción e internarse en un centro de rehabilitación. Hey! Pero sabrán cuan efectivos son esos lugares :/

Y bueno esa es la historia. Ajá se las conté toda.

Ahora, ¿por qué hablo de ella? Sí, es esa misma historia cliché de jóvenes drogadictos que no saben que hacer con su existencia y que al final acaban todos jodidos. Y exactamente la historia ya la sabemos pero en este caso la forma de contarla es diferente. Al igual que la zona geográfica de su procedencia, la cinta es fría. Y cruda. Pero con esa elegancia que solo los bosques noruegos nos pueden brindar. Abundan momentos de silencio —sin música o diálogos—, donde la pantalla solo se encarga de transmitir poesía visual sin esfuerzo alguno. Y así es toda la película, estéticamente está tan cuidada que inclusive las escenas más fuertes y agresivas son preciosas, tanto a la vista como al resto de los sentidos.
Además las situaciones, los diálogos y todos los elementos se conjugan perfectamente, fluyendo con tanta naturalidad, que olvidas que estás viendo una película. Y la nieve, el frío y el dolor se hacen palpables.

Pffff suena exagerado y demasiado "magnánime". Tal vez así lo sea, pero a mí me ha impactado tanto. Probablemente porque antes de ver "Engelen" vi otra película que entra perfectamente dentro de las características de la palabra "Porquería".


Trailer en su idioma original. No lo encontré con subtítulos :S





Al parecer también fue seleccionada para representar a Noruega, en la entrega de los Oscars de este año, como mejor cinta extranjera. Pero no me hagan mucho caso (?)

Si bien no tiene el dramatismo que hay en cintas de temática similar —Léase, Requiem for a Dream—, Engelen cautiva por eso mismo, su simpleza y la sencillez de sus planos. Estos, limpios y cargados de emotividad, bañados por el más dulce y frío, sobre todo frío, de los rocíos nórdicos.

martes, 18 de enero de 2011

Body of you


—¿Me amas?
Escuché su voz que, entre ondas tornasoladas buscaba con ternura la mía. Terciopelo suave, deslizándose sobre el dorso de mi mano izquierda. Lo que veía era difuso. Vapor. Y gotas de rocío sobre vidrio. Mis dedos entumecidos dibujan armonías en el aire intentando distraerle. Respiré profundo para finalmente responder con ingenuidad:
—¿Qué quieres decir? —El pobre, aún más asustado que yo, resopló. Mirando a sus pies mientras sus dedos jugaban nerviosos en el borde de la mesa.
—¿Sientes algo por mí? Más allá de... —Me miró, buscando un poco de esperanza en mis ojos entrecerrados a causa del vodka barato—. No sé, más que esto.
El chico realmente comenzaba a asustarme. Lo más aterrador de toda esa escena era que él sí estaba sobrio. Me subí al sofá, a su lado, dejando la fría comodidad del suelo.
—Sí. Supongo —Fue lo único que pude decir. Aunque en realidad sí sentía algo de lo que él mencionaba. Siempre lo había sentido. Y juro que la combinación de alcohol y anticonvulsivos, no había afectado en gran medida a mi juicio. Él solo miraba por la ventana hacia la calle, esperando algo más de mí. Parecía impaciente. Molesto—. ¿Quieres un poco?
Miró la botella y negó con la cabeza.
—¿Estás ebrio? —Preguntó después de ver como casi dejaba caer la botella.
—...no lo sé. Un poco, no sé... —Contesté y tratando de amenizar el momento le sonreí. Sonreí de verdad. Mostrándole al mundo que yo también podía ser sincero.
—No te entiendo —Comentó con seriedad. E inmune a mi sonrisa—. Trato. Trato de hacerlo, de poder entender y no puedo.
Mi sonrisa se esfumó por completo y recordé lo que había sucedido la noche anterior. Le miré fijamente y él mantuvo mi mirada.
—¿La recuerdas? —Pregunté temeroso. Él me miró con molestia y tratando de evitar su repentina incomodidad, agregué:
—Porque yo no.. Solo puedo recordar lo que hicimos, pero a ella no puedo recordarla. Nada, ni su voz, sus manos, su rostro... Todo parec...
—No tenía rostro —Me dijo mientras observaba el fondo de la habitación. No me sorprendieron sus palabras. Le creía ciegamente. Además yo no recordaba nada. Y cualquier posibilidad parecía ser creíble.
—Está aquí, ¿verdad? —Pregunté siguiendo su mirada puesta sobre una vieja silla arrumbada en una esquina.
—Sí —Continuaba observando la silla. Parpadeó y me observó a mí—. Está a tu lado.
Instantáneamente recordé el olor a humedad que devoraba al aire. Y entonces, aparecieron...

Los árboles bajaron del techo, descendiendo y entrelazando sus ramas. Soltando un aroma intenso a corteza. Las hojas tapizaban las paredes, creando cadenas y tramas en diferentes tonos de verde. Un fuerte zumbido se escuchó a lo lejos. Un canto de alguna especie de ave mecánica. Parecía acercarse. Inclusive su aleteo metálico era audible.
De las ramas bajaban arañas y aquellas extrañas criaturas. Hombres marsupiales. Que aullaban mientras se balanceaban en las ramas. Con sus garras rascaban la corteza de los troncos. Las masticaban y después las arrojaban al centro de la habitación.
El pájaro de metal bajó hasta la ventana. Sus plumas con herrumbre chirriaban al frotarse entre ellas. Observaba a los homínidos columpiarse, con sus enormes ojos turquesa. Esperando su llegada. Todos la esperábamos.
El polvo llegaba en ligeras oleadas al centro de la alcoba. Y en su lento trayecto al suelo pude distinguirla. Partículas de polvo, formaban su figura. Y la luz se encargaba de brindarle matices y hacerme creer que poseía cuerpo. Todos nos percatamos de las formaciones que se hacían en el polvo. El ave canturreaba tímidamente, dándole un tranquila bienvenida. Los seres marsupiales hacían reverencias de respeto al ser que se formaba. En las paredes crecían flores que morían al instante y caían con elegancia deshojándose en el aire.
Y ahí en el centro, el polvo la había traído. Ahora la recordaba: Su cabello de algas, su piel brillante y fría con un reflejo azulado. Y su rostro sin facciones. Solo ese extraño signo que parecía haber sido grabado en su piel. Un corte, una hendidura vertical que emanaba fuerza y dejaba escapar pequeños gorriones que eran devorados por esa misma marca.
No advertí lo cerca que se encontraba de mí, hasta que sus dedos tocaron mis ojos. Lo que me obligó a cerrarlos. Y a esperar la muerte.
En mi espera, (él) me besó con lentitud y cadencia. Abrí los ojos y pude verlo por última vez. Besándome y viviendo eternamente. Todo lo que se encontraba a nuestro alrededor parecía succionado por un gran ser machacador de bayas. Las auroras vomitaban arrecifes de coral. Y los peces, flotaban entre nosotros.
—Para siempre —Me dijo y cerró, para siempre, mis ojos.
El calor se fue y con este, la sensación de estar viviendo. Mis ojos se abrieron y la luz del exterior me deslumbraba. El bosque parecía abrigarme. Las rocas me miraban y yo les temía. Y solo el murmullo del río guiaba lo que quedaba de mis pasos.


sábado, 15 de enero de 2011

Spanish Teenager


No lectores de este espacio, ¿qué he de contarles en esta ocasión?
Ya saben que mi existencia tiene un índice de emoción de 0.01/100, así que no hay mucho que decir. Al menos, no algo interesante para ustedes que no saben leer y que además no tienen ojos.

Rápidamente, aún estoy en mi hometown, existiendo con lentitud con una vida protozoaria que no le envidia nada a las piedras. A principio de mes fue su aniversario -de la vida que mi cuerpo le da estadía con el fin de desarrollarse adecuadamente=FAIL-, fue interesante. Ya mi cuerpo ha superado esas reacciones vomitivas que los cumpleaños le provocaban. Ahora solo sonríe e intenta no armar escenas —demasiado— vergonzosas.

No recuerdo algo más que me/nos haya sucedido... Claro, fui a la playa a celebrar el cumpleaños de una amiga. La llamaré, Selena Diamonds (?) Ella, Selena Diamonds, es guapa y me divertí :3

Además, su madre, la Sra. E, quien es la encargada, promotora y directora de diferentes proyectos ecológicos en la zona, me ha pedido ayuda para crear la identidad corporativa de uno de sus tantos proyectos. He estado "ocupado" con ello y me entusiasma la idea de hacer algo para otras personas. Algo útil. Aún se trabaja en eso... Pero todo bien.

Obviando eso, no ha pasado nada. Nada en lo absoluto. Solo he visto cientos de películas online. He intentado leer, pero olvidé en Guadalajara los libros que compré. Solo traje uno que no puedo leer ya que es demasiado para mi capacidad intelectual :/

Oh, Yisus a una cuadra hay una fiesta. Y es de esas fiestas de rancho que son a media calle con un mega sistema de audio lleno de música grupera y canciones de fiestas, que hace retumbar mis ventanas y no me deja escuchar mi adorada biblioteca musical.

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Hablando ahora de otros asuntos, paso a la siempre bienvenida recomendación pretenciosa de cada post (?)

Y en esta ocasión les dejaré el debut de Casey Spooner. Sí, el mismo de Fischerspooner. Y aunque nunca ha sido de mi total agrado esta agrupación de electro-... (revisa Wikipedia) ...electro-clash (Acá, el link para escuchar algo de ellos). Siempre me ha interesado su estética y la línea artística que han estado manejando.

Pero, lo que ahora me ocupa (expresión cliché #142 de este post, gracias) es sobre el proyecto solista de Casey Spooner.

Aunque no he escuchado más que el primer sencillo, Spanish Teenager, que cuenta con la participación de Jake Shears (Sip, el mismo de los Sccisor Sisters). Y es muy diferente al sonido electro que conocemos con FS, en este tema es un rock melódico con tintes de folk que resulta delicioso. El video grabado en España y dirigido por Luke Gilford, es una oda al homo erotismo cargada de unos cuantos alucinógenos. Es decir, una genial combinación :D

Clic en la imagen para ver el video.



Suena bien y se ve mejor, así que creo que descargaré el disco.

Saludos y al parecer estaré actualizando más seguido, para su desgracia :)

martes, 4 de enero de 2011

Da-dan-dan

Esperando...
._. 
Iré al médico, aunque ya sé lo alarmado que estará al comprobar mi evidente perdida de peso...


FCK Y LL

domingo, 2 de enero de 2011

Surungui-sungui

Oh, estoy aburrido.
Tengo sueño creo que lloraré un poco.
Saludos y feliz inicio de año a todosdjfkdsjfdsfd