El disco abre con el primer sencillo que da nombre al álbum y que se estrenó hace ya un mes. Una base hip-hop lenta acompañada de música orquestal y la voz aterciopelada de Lana. Un video regio donde tigres, un trono, un castillo y sangre, nos presentan a la cantante como una Britney Spears fatalista que hace pucheros, medio junkie, amante del hip-hop y obsesionada con el glamour del viejo Hollywood y los finales trágicos. Y este mismo patrón lo encontramos a lo largo de todo el disco, que a primera escucha puede resultar repetitivo.
Continúa Off to the races uno de los puntos "felices" en plan de soy-lo-peor-así-que-gracias-por-quererme. Después, las ya conocidas Blue jeans y Video games. Curioso es el orden del tracklist al colocar juntos los sencillos anteriores.
Continúa Off to the races uno de los puntos "felices" en plan de soy-lo-peor-así-que-gracias-por-quererme. Después, las ya conocidas Blue jeans y Video games. Curioso es el orden del tracklist al colocar juntos los sencillos anteriores.
Escuchar Diet Mtn Dew y National Anthem en sus versiones originales después de haber escuchado los demos hasta el hartazgo es desconcertante, suenan más depuradas y listas para lanzarse a las estaciones de radio. En la última, con mayor potencial para ser sencillo, Lizzie saca su rap background y lanza unas cuantas rimas sobre el cásico "Live fast, die young". Temas como Dark Paradise, Carmen y Lolita suenan flojas y te hacen pensar "¿No acaso ya había escuchado ésta?". Imperdonable es la ausencia de Yayo y Kill Kill.
En Radio, Lana suelta un respiro entre violines y un somnoliento trip-hop noventero para argumentar "Baby, love me cause I'm playing on the radio". Un poco más blusera resulta Million Dollar Man que es preciosa. Continúa Summertime Sadness la cual, después de Video games, puede ser el tema más exitoso del disco. Bien puedes imaginar a esta canción en las voces de Beyoncé, Kanye West, Katy Perry pero también en alguno de sus equivalentes indies. En This is what makes us girls se escuchan ecos de Gwen Stefani (¿Alguien recuerda Luxurious?).
La combinación de diva-fatale, con niña sureña depresiva y cherry-gangster definen a Born to Die, que a pesar de contar con grandes temas resulta repetitivo y te deja esperando un momento de clímax mientras lo escuchas. Lana tiene carisma, es guapa, canta bien y además tiene atractivo tanto para el público gustoso del pop más comercial como para propuestas un poco (sólo un poco) más under. Se mueve lento pero de forma segura en el mundillo pop donde la imagen lo es todo, y eso a Lana le queda claro que no por nada sus labios son tópico de discusiones y debates. La portada del disco, simple y directa hace evidencia del tratamiento que le están dando.
Born to die, puede resultar simplón si se para a un lado del melodrama que es 21 o del pretencioso electroclash de Lady Gaga, pero no por eso es malo, ofrece un pop suave de buena calidad. ¿Recuerdan aquel espectacular disco de 10 temas cortos del 2006 llamado Back to Black? Así es Lana, con un poco más de drogas y de tiempo tus blowjob lips dominarán al mundo.
Me gusta. Creo que ahora te haz ganado un seguidor más. Y escucharé con mayot pretención Born to Die.
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